El presidente Gustavo Petro anunció que volverá a insistir en la aprobación de su reforma a la salud, una de las banderas más importantes de su programa de gobierno, pese a la fuerte resistencia política y social que ha enfrentado en el Congreso y en distintos sectores del país.
La iniciativa busca transformar el actual sistema de aseguramiento en salud para pasar a un modelo de atención primaria preventiva, en el que el Estado tenga un rol más protagónico en la financiación y en la prestación de servicios. Entre los puntos centrales del proyecto está el fortalecimiento de la red pública hospitalaria, la eliminación progresiva del papel de las EPS y la creación de un sistema único de información en salud.
El mandatario subrayó que este será uno de los últimos grandes proyectos legislativos de su administración y que está dispuesto a dar la batalla en el Congreso. “La salud en Colombia debe dejar de ser un negocio y convertirse en un derecho fundamental plenamente garantizado por el Estado”, reiteró Petro durante un evento público.
No obstante, la propuesta enfrenta una férrea oposición. Desde las bancadas de partidos tradicionales y de oposición se advierte que el modelo planteado por el Gobierno podría debilitar la cobertura, generar problemas de eficiencia en la prestación de servicios y abrir la puerta a la politización del sistema de salud.
De igual forma, asociaciones médicas y académicos han expresado dudas sobre la viabilidad técnica y financiera de la reforma, mientras algunos sectores sociales la respaldan como una vía para garantizar mayor equidad en el acceso a la atención en salud.
El proyecto será radicado nuevamente en las próximas semanas, en medio de un ambiente político tenso y con poco margen de tiempo para su discusión, ya que corresponde al último año del actual mandato presidencial.
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