Líderes sociales cuestionan la permanencia del alto comisionado de paz, porque señalan que su gestión dificulta los acercamientos con el ELN y obstaculiza la posibilidad de avanzar en un acuerdo para la región.
El anuncio de Gustavo Petro sobre la posible reanudación de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha generado expectativas en el Catatumbo, una región marcada por una de las crisis humanitarias más severas de su historia.
Más de 84.000 personas han sido desplazadas, cerca de 1.400 permanecen confinadas y las autoridades han confirmado más de 170 homicidios en el contexto de la ofensiva armada entre el ELN y las disidencias de las Farc, iniciada en enero de 2025.
La suspensión de las conversaciones de paz, que habían comenzado en noviembre de 2022, se produjo el 17 de enero de 2025, cuando el presidente Petro acusó al ELN de cometer “crímenes de guerra” en el Catatumbo.
Según el mandatario, los enfrentamientos entre el grupo guerrillero y una de las disidencias de las Farc provocaron cerca de un centenar de muertos y miles de desplazados.
En julio, el jefe de Estado declaró que los diálogos estaban “rotos”, al considerar que el ELN había abandonado sus ideales revolucionarios para dedicarse al narcotráfico y que había atacado a civiles de manera sistemática, lo que, a su juicio, evidenciaba la falta de voluntad de paz.
En este contexto, la figura de Otty Patiño, actual Alto Comisionado de Paz, se convirtió en un punto de controversia. Enrique Pertuz, presidente de la Red Departamental de Defensores de Derechos Humanos en Norte de Santander, expresó en diálogo con La FM de RCN que la permanencia de Patiño en el cargo representa un obstáculo para la reactivación de los acercamientos con el ELN.
El líder social, Enrique Pertuz afirmó que “Otty Patiño hasta ahora lo que ha mostrado es que no es amigo del proceso de paz entre el Gobierno y el ELN, y esto genera un obstáculo, por parte de la oficina del alto comisionado, en lo que respecta a facilitar las conversaciones de paz entre las partes”.
Del mismo modo agregó: “Esperamos que este Gobierno que va de salida, pero que abre la puerta para el diálogo, logre materializar este anhelo de las comunidades; El alto comisionado tiene gran responsabilidad en los procesos de diálogo, pero ha minado los acercamientos de paz, no es una prenda de garantía para que esta negociación avance”, según declaró Pertuz al medio citado.
La complejidad del panorama se acentúa por la decisión de no excluir al ELN de la lista de Grupo Armado Organizado (GAO), lo que, según Pertuz, fue determinante en la suspensión de las conversaciones.
El líder social subrayó que “todos los conflictos se resuelven por las vías del diálogo; pero el panorama es complejo, debido a la no exclusión del ELN de la lista de grupo armado organizado (GAO), lo cual generó la suspensión de las conversaciones hace varios meses”, en declaraciones recogidas por La FM.
A pesar de las dificultades, la expectativa en el departamento de Norte de Santander es alta ante el anuncio presidencial y la posible respuesta del ELN, dada la fuerte presencia de este grupo armado en varios municipios y la intensidad de la ofensiva que se mantiene desde enero.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro recordó que su gobierno también sostiene conversaciones con el Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país, proceso en el que el gobierno de Catar actúa como garante. En su cuenta de X, el mandatario señaló: “Es hora de reiniciar los contactos con el ELN”, y mencionó los acercamientos con el Clan del Golfo bajo la mediación catarí.
Las declaraciones recientes de Pablo Beltrán, máximo jefe del ELN, han añadido un matiz relevante al debate nacional. Beltrán aseguró que, pese al negacionismo del Estado, el grupo armado está dispuesto “con este u otro gobierno a continuar con el proceso de paz”, según sus palabras.
Esta postura ha alimentado las expectativas en el Catatumbo y en otras regiones afectadas por el conflicto armado.
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