En el marco de la firma del Pacto por Nariño, el gobierno nacional representado por el presidente Gustavo Petro y autoridades regionales ha comprometido cerca de 325.000 millones de pesos para hacer realidad la doble calzada Catambuco–Pasto. Este proyecto vial es considerado estratégico para mejorar la conectividad del departamento con el resto del país, dinamizar la economía local y reducir los costos de transporte en una de las regiones más apartadas y vulnerables de Colombia.
Antecedentes del proyecto
Desde hace décadas, la vía que conecta Rumichaca (frontera con Ecuador) con Pasto ha sido uno de los corredores más importantes para el comercio, el transporte de mercancías y la movilidad humana en el sur del país. En el trayecto entre Catambuco y Pasto, precisamente, se han identificado tramos críticos por su estrechez, pendientes pronunciadas, curvas peligrosas, fallas geológicas y frecuencia de deslizamientos, lo que ha limitado el tránsito, encarecido los fletes y generado altos riesgos para los usuarios.
Ya en 2024, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) firmó un otrosí para avanzar en los estudios técnicos del proyecto (evaluación de alternativas de trazado, afectaciones prediales, diseño estructural, consultoría ambiental). En esos estudios preliminares, el costo estimado era inferior: cerca de 283.000 millones de pesos para construcción, con unos 26.000 millones adicionales para operación y mantenimiento.
Sin embargo, el anuncio reciente eleva esa cifra a 325.000 millones, lo que refleja ajustes de presupuesto, inflación, costos adicionales por geotecnia, estructuras especiales (puentes, túneles) y eventual compensación por predios o reasentamientos.
En vísperas de la visita presidencial, la Alcaldía de Pasto ya había comunicado que “la firma del ‘Pacto por Nariño’ incluirá una partida de 325.000 millones para la construcción de la doble calzada CatambucoPasto”. También se ha informado que los diseños definitivos serán entregados por el concesionario a finales del año, para dar paso a adjudicación y ejecución.
¿Qué incluye el anuncio?
El compromiso oficial implica que el gobierno nacional asumirá los recursos para el tramo específico entre Catambuco y Pasto como parte de su promesa de cerrar brechas de infraestructura en el sur del país. La obra forma parte del enfoque del Pacto por Nariño, que busca atender las demandas históricas del departamento en materia de vías, conectividad, proyectos sociales y seguridad.
Durante la firma del pacto territorial, autoridades locales y regionales han solicitado que la ejecución del tramo sea prioritaria, dada la agria experiencia de promesas incumplidas en el pasado. Se espera que la obra incluya:
- Diseño del trazado definitivo (selección entre alternativas según factibilidad técnica, menor afectación predial y ambiental).
- Estudios y consultas ambientales (con la ANLA) sobre impactos ecológicos, ecosistemas, fuentes hídricas y comunidades afectadas.
- Gestión predial y de reasentamientos si fuera necesario.
- Obras de ingeniería complementarias como puentes, pasos, muros de contención, drenajes y estabilización de taludes.
- Supervisión técnica y control de calidad.
- Operación y mantenimiento posterior.
Desafíos y riesgos del proyecto
Aunque el anuncio representa una fuerte señal política y financiera, el proyecto enfrenta retos históricos que han postergado su concreción:
- Financiamiento garantizado: superar la brecha entre estimaciones previas y el monto actual (325.000 millones) y asegurar que esos recursos estén disponibles en el cronograma exigido.
- Consulta ambiental y social: la autorización de la ANLA puede implicar demoras, ajustes del diseño o mitigaciones costosas.
- Predios y compensaciones: negociaciones con propietarios podrían retrasar la obra si no hay acuerdos rápidos o expropiaciones forzosas.
- Riesgos geológicos y climáticos: la zona es propensa a deslizamientos, lluvias intensas y fallas estructurales que exigen soluciones técnicas robustas.
- Continuidad política y presupuestal: dado que los proyectos de infraestructura suelen extenderse más allá de gobiernos, debe asegurarse continuidad y cumplimiento presupuestal en caso de cambios de administración.
Importancia para Nariño y el país
Para Nariño, la doble calzada representa una apuesta para:
- Reducir los tiempos y costos de transporte entre Pasto y la frontera con Ecuador.
- Favorecer la competitividad del comercio, el agro y la industria local al mejorar la logística de salida.
- Fortalecer la integración territorial con el resto del país y reducir el aislamiento geográfico que históricamente ha afectado la región.
- Impulsar empleo, movilización de recursos y desarrollo regional asociado (turismo, servicios, cadenas productivas).
- Reforzar la credibilidad del gobierno en el cumplimiento de promesas de infraestructura en regiones rezagadas.
A nivel nacional, el proyecto se enmarca en la estrategia del gobierno de priorizar las zonas más postergadas, cerrar brechas de infraestructura y generar “obras que conectan” como parte del modelo de desarrollo territorial.
Cronograma estimado
Aunque no se ha divulgado un cronograma oficial completo, con base en los anuncios y documentos disponibles se prevé:
- 2025 (segundo semestre): entrega de diseños definitivos y contratación de la obra (licitación).
- 2026–2028 (aproximado): ejecución progresiva de los tramos, según fases de obra y asignación presupuestal.
- 2029 en adelante: puesta en operación del corredor completo y gestión de mantenimiento.
Este cronograma dependerá de la ejecución eficiente de estudios, licitación, financiamiento oportuno y el cumplimiento de trámites ambientales y prediales.
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