1. Desmiente vínculos con conspiración
Negó categóricamente cualquier implicación en los audios filtrados donde Álvaro Leyva sugiere un plan para derrocar al presidente Gustavo Petro. Afirmó que tiene la “conciencia tranquila” y enfatizó “Ejercer la dignidad no es conspirar”
2. Denuncia prácticas de racismo y sexismo institucional
Márquez calificó al Gobierno como racista, patriarcal y clasista. Explicó que su participación ha sido reducida a un papel simbólico, la “foto” o representación. Afirmo que pese a ser clave en la campaña, ha sido limitada políticamente “De heroína a traidora”, dijo Márquez sobre cómo ha sido tratada dentro del Ejecutivo. Aseguró que su cuerpo “de mujer negra” fue instrumentalizado y luego relegado. Dijo que fue celebrada durante la campaña, pero ahora desechada y estigmatizada.
3. Falta de recursos y ausencia de autonomía
Denunció que el Ministerio de Igualdad, que ella misma impulsó, operó sin presupuesto suficiente, protocolos efectivos ni apoyo institucional, lo que impidió que pudiera gobernar con impacto real en los territorios. Explicó que tuvo que apalancar cooperación internacional para avanzar algunos proyectos.
4. Ataques cargados de misoginia
Destacó que las críticas recibidas iban más allá de lo político, implicaban misoginia estructural y racismo. Se refirió a comentarios e imágenes que la infantilizan, ridiculizan o la deshumanizan usando estereotipos antiguos, como ejemplos claros de «misoginia», discriminación específica contra mujeres negras.
5. Emotividad tras largo silencio
Márquez mencionó que llevaba más de un mes sin hablar en público un periodo emocionalmente agotador y que este discurso era su respuesta definitiva.
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