Los precios del petróleo subieron el miércoles, revirtiendo las pérdidas de la sesión anterior, respaldados por una fuerte caída de las reservas de crudo de EE. UU. La EIA informó de una disminución de 6 millones de barriles en las reservas de crudo para la semana que finalizó el 15 de agosto, superando con creces las expectativas de una reducción de 1,3 millones de barriles y revirtiendo el aumento de 3 millones de barriles de la semana anterior. Las reservas de gasolina también disminuyeron en 2,7 millones de barriles, lo que indica una fuerte demanda por parte de los consumidores durante el pico de la temporada de conducción de verano, lo que supuso un impulso para los precios del petróleo.
Esto podría suponer un apoyo para las economías exportadoras de crudo en LATAM, como Brasil, México y Colombia, que se benefician de los precios más altos gracias al aumento de los ingresos fiscales y las posibles ganancias cambiarias.
Sin embargo, las ganancias podrían ser limitadas, ya que las perspectivas geopolíticas siguen siendo inciertas. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó los esfuerzos en curso para negociar una cumbre de paz entre Rusia y Ucrania, pero Moscú aún no se ha comprometido a participar en las conversaciones. La posible flexibilización de las sanciones al crudo ruso sigue pesando sobre el ánimo del mercado, mientras que el aumento de la producción de la OPEP+ también alimenta los riesgos a la baja. La eliminación de las sanciones al petróleo ruso podría dar lugar a un mayor volumen disponible en el mercado y a una bajada de los precios.”
Los precios internacionales del petróleo retomaron una senda alcista luego de que la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) reportara una caída mayor a lo esperado en los inventarios de crudo, lo que sugiere un aumento en la demanda y refuerza las perspectivas de un mercado más ajustado en el corto plazo.
Sin embargo, el optimismo se ve limitado por el contexto global. Los inversionistas mantienen la cautela frente a la incertidumbre geopolítica derivada de tensiones en Medio Oriente, los conflictos en Europa del Este y la evolución de las relaciones comerciales entre las principales potencias. Estos factores, según analistas, podrían aumentar la volatilidad en los precios durante las próximas semanas.
De acuerdo con proyecciones de bancos de inversión y consultoras energéticas, los precios del barril podrían sostenerse en niveles altos si la demanda global continúa firme, aunque un agravamiento de los conflictos internacionales o decisiones inesperadas de la OPEP+ podrían alterar las dinámicas del mercado.
Para los países importadores de energía, el repunte del petróleo implica mayores presiones inflacionarias, mientras que para los exportadores representa una oportunidad de fortalecer sus ingresos fiscales en un escenario de marcada incertidumbre.
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