Una exhaustiva investigación judicial ha puesto al descubierto un proceso penal que ha sido engañado durante un periodo impresionante de dos décadas. En el núcleo de esta trama se encuentran figuras notoriamente conocidas asociadas con las extintas FARC, específicamente Luciano Marín Arango, conocido como Iván Márquez, y Hernán Darío Velásquez, apodado El Paisa. Estas revelaciones han sacudido el panorama del conflicto colombiano y han expuesto la oscura red de encubrimientos y manipulaciones que han caracterizado a este caso.
Recientemente, durante esta semana, se han hecho públicas sorpresivas informaciones sobre un proceso criminal que permaneció oculto durante más de 20 años. Este proceso no solo menciona, sino que también señala de manera directa a dos de los personajes más temidos y reconocidos de la antigua guerrilla de las FARC: Iván Márquez y El Paisa. De acuerdo con los documentos que han sido recientemente analizados por las autoridades competentes y validados por el Consejo de Estado, se ha confirmado que el asesinato de Jorge Enrique Córdoba Peralta, un ministro que fue víctima de la violencia, ocurrió en los años 80 en el municipio de San Vicente del Caguán, en el departamento de Caquetá.
El contexto de este caso es alarmante, dado que el asesinato de Jorge Enrique Córdoba Peralta se sitúa en medio de una espiral de violencia extrema que padecieron los líderes políticos durante la década de 1990 en Colombia. Este sangriento período fue marcado por el recrudecimiento de las agresiones en su contra, lo que dificultó la gobernabilidad y la seguridad en diversas zonas del país.
Es importante mencionar que el diálogo relacionado con la región de Marquetalia, donde se encontraba Iván Márquez, se desarrollaba en áreas urbanas, creando un ambiente propicio para el análisis de estas complejas relaciones. En este sentido, el Consejo de Estado ha reconocido oficialmente la demanda y ha comenzado a desentrañar las conexiones entre estos actores del conflicto.
La evidencia recopilada hasta ahora sugiere que el asesinato de Córdoba fue planificado y orquestado directamente por Iván Márquez, mientras que El Paisa estuvo a cargo de ejecutar el crimen, bajo la dirección de una agrupación conocida como la columna móvil de las FARC, que fue liderada por Teophyl. Esta misma estructura criminal también fue responsable del ataque terrorista en el Club El Nogal, así como del escandaloso secuestro de una sesión parlamentaria alternativa en el Valle del Cauca. Tales actos reflejan la naturaleza violenta y desafiante de las acciones llevadas a cabo por estas figuras durante el conflicto armado.
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