Rompe el guion: Petro relaciona guerra antidrogas con crisis en Palestina El informante


El 23 de septiembre de 2025, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, pronunció lo que será su última intervención como mandatario ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). En ese discurso, combinó sus críticas históricas a la “guerra contra las drogas” con una postura enérgica frente al conflicto en Gaza, denunciándolo como un “genocidio”. Su alocución ha generado reacciones encontradas: admiración de algunos, preocupación de otros, y tensiones diplomáticas especialmente con Estados Unidos.

A continuación, los principales elementos, antecedentes y repercusiones del discurso:


El marco del discurso

  • Este fue el cuarto y último discurso de Petro como jefe de Estado ante la Asamblea General de la ONU.
  • Se da en medio de una creciente tensión entre Colombia y Estados Unidos tras la llamada “descertificación” de Washington respecto del desempeño de Bogotá en la lucha contra las drogas.
  • En el plano internacional, el discurso ocurre después de que varios países reconocieran formalmente al Estado palestino (Francia, Reino Unido, Canadá, Australia, entre otros) en la ONU, sumándose al clamor internacional por una solución de dos estados.
  • En el caso colombiano, Petro ha venido manteniendo una política de ruptura diplomática con Israel y ha respaldado acciones internacionales contra Tel Aviv, como el apoyo al caso de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia.
  • En el terreno del discurso en la ONU, su intervención conectó varios temas que él considera parte de un mismo entramado: narcotráfico, dominación de los países del sur, cambio climático, conflictos globales y justicia internacional.

Principales denuncias y propuestas

1. Crítica a la “irracional” guerra contra las drogas

  • Petro retomó su crítica histórica: considera que la política de combate a las drogas ha sido una herramienta de dominación exterior sobre los países del sur. “La política antidrogas no es para detener la cocaína que llega a los Estados Unidos, es para dominar a los pueblos del sur”, señaló.
  • Relacionó las prácticas de militarización en nombre del narcotráfico con agresiones más amplias al sur global, volviendo a denunciar que muchos campesinos han sido víctimas de esa lógica.
  • También aludió al hecho de que en el Caribe se han atacado embarcaciones argumentando que transportaban droga, pero que en su juicio eran jóvenes latinoamericanos vulnerables. Eso, dijo, es parte de la misma violencia estructural que también afecta otros escenarios globales.

2. Denuncia del “genocidio” en Gaza

  • Petro calificó los ataques israelíes en la Franja de Gaza como un “genocidio”: “La humanidad debe detener el genocidio en Gaza; no puede permitir ni un día más de genocidio”, afirmó categóricamente.
  • Cuestionó el rol de Estados Unidos y Europa como cómplices al permitir mecanismos de veto o bloqueos diplomáticos que impiden sanciones reales contra los responsables. “Cada veto más bombas; cada veto más muertos”, dijo.
  • Propuso una nueva vía que, según él, supera el límite de la diplomacia: la conformación de una fuerza armada internacional (no cascos azules), constituida por países que rechazan el genocidio, para proteger la vida del pueblo palestino.
  • Rechazó el argumento de que las negociaciones diplomáticas puedan resolver la situación: “La diplomacia ya acabó su papel, señores, en el caso de Gaza; no pudo solucionarlo.”
  • En un gesto dramático, pidió que se abrieran investigaciones penales contra funcionarios estadounidenses —incluyendo al presidente Donald Trump— por supuestas acciones con misiles en el Caribe que habrían matado jóvenes latinoamericanos.

3. Interrelación entre conflictos globales

  • Uno de los giros más llamativos del discurso fue tejer conexiones entre el drama en Gaza, la crisis climática, el colonialismo, la deuda ecológica, los derechos de los pueblos del sur y las políticas de dominación global.
  • Petro reiteró que el mundo solo tiene una década para actuar con urgencia frente al cambio climático, y que América Latina tiene un papel central en la transición energética.
  • También aludió a que la crisis humanitaria, los flujos migratorios y los conflictos no son fenómenos aislados: todo forma parte de una “guerra global contra los pueblos del sur”.

Reacciones inmediatas y tensiones diplomáticas

  • Durante el discurso, la delegación de Estados Unidos decidió retirarse del recinto tras las fuertes acusaciones de Petro contra la administración Trump.
  • En Colombia, la intervención generó opiniones polarizadas. Partidarios del presidente lo calificaron como valiente y coherente; críticos lo acusan de antipolítica diplomática y de arriesgar relaciones exteriores. (Ver análisis en medios colombianos y observatorios de política).
  • La postura agresiva frente a EE. UU. y la acusación de complicidad en asesinatos en el Caribe elevó aún más las tensiones entre Bogotá y Washington.
  • Un efecto directo, aunque no exclusivamente vinculado al discurso, fue la reciente decisión del Departamento de Estado de EE. UU. de revocar la visa del presidente Petro, calificando sus declaraciones como “imprudentes e incendiarias”.
  • En los foros internacionales, el discurso reforzó la imagen de Petro como uno de los mandatarios más vocales sobre Palestina, aunque también generó cuestionamientos sobre la viabilidad práctica de sus propuestas más radicales.

Interpretaciones y desafíos

  • Proponer una fuerza armada internacional —que no dependería del Consejo de Seguridad ni de la ONU tradicional— supone romper con el esquema normativo vigente en los conflictos internacionales.
  • Las acusaciones contra Estados Unidos repercuten en un momento en que Colombia ha sido tradicionalmente aliado estratégico militar y antinarcóticos de EE. UU.
  • El discurso marca una línea de continuidad en la política exterior de Petro hacia Palestina e Israel, pero también representa un momento de alta radicalización retórica.
  • Muchos observadores se preguntan si las amenazas diplomáticas (revocación de visados, sanciones, retiro de cooperación) podrían tener consecuencias reales para Colombia en los próximos meses.

Conclusión

El discurso de Gustavo Petro ante la ONU fue, sin duda, uno de los momentos más intensos y polémicos de su mandato. Al unir críticas a la política antidrogas, denuncias de genocidio en Gaza y reclamos por la justicia climática y global, el presidente colombiano buscó proyectar una agenda interconectada de renovación del orden mundial desde la óptica del sur. Sin embargo, sus planteamientos radicales también lo colocan en el terreno de choques diplomáticos y debates profundos sobre los límites de la retórica presidencial.

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