Independiente Santa Fe se encuentra atravesando un momento crítico en la liga Betplay 2025-I, con un rendimiento que ha dejado mucho que desear. Los resultados no son los esperados y el equipo necesita ajustes urgentes para poder revertir la situación. En este contexto, el calendario juega a su favor, ya que el aplazamiento del partido contra Llaneros, que estaba programado para la fecha 15, les ha proporcionado una pausa necesaria que podría ser clave en su trayectoria. Este respiro podría permitirles tratar de reestructurar un equipo que se siente desajustado y falto de confianza.
Con esta pausa de 12 días sin competencia oficial, el cuerpo técnico, liderado por Jorge Bava, entrenador uruguayo, tiene la oportunidad de trabajar con el equipo sin las interrupciones que normalmente ocurre cuando hay partidos en medio. Bava tiene la intención de aprovechar este tiempo para realizar una intensa preparación, enfocándose en buscar soluciones tácticas a los problemas que han enfrentado recientemente. La principal prioridad en estos días de trabajo será corregir los errores defensivos, ya que ha sido un aspecto que ha costado muchos goles en contra, y recuperar la confianza en el juego colectivo por parte de los jugadores.
La situación es preocupante, dado que Santa Fe acumula tres fechas sin ganar, algo que no es común para un equipo con una rica historia en el fútbol colombiano. Además, el equipo ha elevado sus objetivos promedio en comparación con torneos anteriores, lo que ha generado una presión adicional. La falta de fuerza en el ataque y los constantes cambios en la nómina también han impactado negativamente en el rendimiento del equipo. Por este motivo, el personal técnico está valorando estos días como una oportunidad crucial para reorganizar el grupo y detectar nuevos caminos que lleven a la victoria.
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Durante esta pausa, el equipo se someterá a una serie de trabajos físicos, tácticos y de recuperación. El enfoque será ajustar las líneas del equipo, mejorar los automatismos en el juego y fortalecer la identidad del mismo, que ha sido una de las grandes preocupaciones en el cuerpo técnico. Afortunadamente, la plantilla completa estará disponible para estas sesiones, salvo por algunos casos específicos de molestias musculares que han generado preocupación entre los entrenadores.
Al mismo tiempo, la dirección del club mantiene la esperanza de que se produzca una reacción inmediata por parte del equipo, ya que el objetivo sigue siendo clasificar a los playoffs y pelear por los jonrones. Sin embargo, el margen de error es muy reducido y Santa Fe ocupa actualmente la mitad de la tabla, lo que obliga a buscar urgentemente sumar puntos en el próximo encuentro.
El siguiente juego será decisivo no solo para la clasificación, sino también para la moral del equipo. Después de casi dos semanas de intenso trabajo, se espera que el equipo muestre una imagen renovada y más competitiva. Jorge Bava confía en que este período de preparación marcará un precedente en el segundo semestre.
Santa Fe no puede permitirse fallar. Esta pausa de doce días tiene el potencial de cambiar el rumbo de la campaña o, por el contrario, confirmar un fracaso, dependiendo de cómo se utilice cada uno de estos valiosos días de trabajo.
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