La muerte del sargento Jhon Alexander Osorio, dentro del fuerte militar de Tolemaida, desató una tormenta de críticas al interior de las Fuerzas Militares. El suboficial, que trabajaba como instructor en la Escuela de Artillería, murió tras ser embestido por un vehículo conducido, presuntamente, por un coronel del Ejército. Sargento muere atropellado en Tolemaida: familia acusa a coronel del Ejército.
El hecho ocurrió en la noche del jueves 17 de julio, entre las 10:00 p.m. y la medianoche, cuando Osorio regresaba caminando a su zona de descanso. Según su familia, el militar quedó tirado sobre la vía interna sin recibir ayuda. Solo hasta las 5:00 a.m. del día siguiente, un tercero halló su cuerpo sin vida, a escasos 500 metros del hospital de la base.
Los familiares acusan al oficial de actuar con “vil cobardía” al no asistirlo ni alertar a nadie. Las cámaras de seguridad permitieron identificar el vehículo, un BMW con el capó dañado, y vincularlo con un coronel que habría seguido su jornada laboral como si nada hubiera ocurrido.
Familia del sargento exige justicia y denuncia encubrimiento militar
El seguimiento de las cámaras internas permitió a la Policía Militar ubicar al presunto responsable. Según fuentes cercanas al caso, se trataría del teniente coronel Juan Carlos Pinzón, quien admitió su responsabilidad solo cuando lo confrontaron con las pruebas visuales.
La familia del suboficial insiste en que el hecho no puede quedar impune. Cuestionan el silencio institucional y la aparente indiferencia del alto mando frente a lo sucedido. Exigen respuestas inmediatas al Ministerio de Defensa y garantías de que el proceso no terminará en encubrimientos.
El ministro Pedro Sánchez respondió a la presión pública y afirmó que el caso exige “toda la verdad, toda la justicia y todo el peso de la ley”. La Fiscalía General ya asumió la investigación y se espera que la Justicia Penal Militar actúe con celeridad.
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Semana negra en Tolemaida: más muertes golpean al Ejército
El caso del sargento Osorio no fue el único hecho trágico dentro de la base. Tres subtenientes murieron ahogados el lunes 14 de julio durante un entrenamiento acuático del curso de lanceros. Las muertes consecutivas han generado preocupación nacional sobre la seguridad, los protocolos y la transparencia en las operaciones internas del Ejército.
Organismos de control ya solicitaron información detallada sobre ambos casos. Mientras tanto, la familia de Osorio viajó desde Caldas hasta Cundinamarca para reclamar su cuerpo y exigir verdad. “Lo atropelló un coronel y lo dejó morir a 500 metros del hospital. Eso no se puede llamar accidente”, expresó un familiar en entrevista.
La presión ciudadana crece en redes sociales. Las próximas horas serán claves para conocer si el Estado responde con justicia o si el caso de Jhon Alexander Osorio se suma a la larga lista de tragedias impunes dentro de las Fuerzas Armadas.
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