A pesar de la situación conflictiva en la región, la primera gira internacional del segundo mandato de Trump se caracterizó por un eje predominantemente económico y comercial.
Donald Trump concluyó este viernes su gira por los Emiratos Árabes Unidos dentro de su recorrido por los países del Golfo centrada en inversiones multimillonarias prometidas para Estados Unidos. Sin embargo, también se abordaron temas delicados como la eliminación de sanciones en Siria y una renovada esperanza en las negociaciones con Irán. El presidente anunció el viernes que Estados Unidos tomaría cartas en el asunto respecto a la situación en la franja de Gaza, donde «mucha gente está pasando hambre». Este comentario se enmarca en un contexto humanitario complejo, donde Irel ha impuesto ciertas restricciones a Israel. A pesar de acudir a un área marcada por diversas tensiones geopolíticas, el enfoque de esta primera gira del segundo mandato se centró claramente en aspectos económicos y comerciales.
El millonario republicano logró asegurar una lluvia de inversiones: 600 mil millones de dólares de Arabia Saudita, un contrato con Boeing por 200 mil millones de dólares en Qatar y 1.400 millones de dólares en inversiones por parte de los Emiratos Árabes Unidos en la próxima década. «Esta es la mayor inversión que han realizado, y realmente la apreciamos. Nos relacionaremos contigo de la manera que mereces, de forma magnífica», expresó Trump durante su reunión del jueves con el presidente emiratí Mohamed bin Zayed.
Siria, Irán y Gaza
Más allá del aspecto económico, el Tour de Trump estuvo lleno de declaraciones sorprendentes y acciones relacionadas con las múltiples crisis que afectan la región, como la nueva etapa en Siria, el conflicto en Gaza y las tensiones con Irán. Antes de que su avión despegara de Abu Dhabi, Trump afirmó que Irán rápidamente debía tomar una decisión en respuesta a la posición de Estados Unidos sobre su programa nuclear. Advertencias sobre las consecuencias potenciales fueron parte de su mensaje.
«Saben que deben actuar de prisa, o de lo contrario habrá repercusiones», comentó el presidente a los periodistas, justo después de haber sostenido cuatro encuentros entre los dos países en las semanas previas. En el primer destino de su gira, Arabia Saudita, sorprendió al público al anunciar la eliminación de las sanciones estadounidenses contra Siria y su intención de reunirse con su homólogo Ahmed Al Shara, quien fue parte del gobierno de Bashar Al Assad.
En un giro notable, Trump reiteró su disposición a tomar las riendas del control sobre el territorio palestino, sugiriendo que se debía poner fin a los 19 meses de conflicto entre Israel y Hamas, transformando esa área en lo que denominó como «la zona de la libertad». En Abu Dhabi, destacó que «muchas personas están pasando hambre» en el enclave palestino, especialmente considerando que la ayuda humanitaria no entra debido al bloqueo israelí que ya dura dos meses, y prometió: «Nos ocuparemos de ello».
Con una clara estrategia de diplomacia transaccional, el presidente de Estados Unidos celebró su «gira récord» el jueves, afirmando que «generó entre 3.5 y 4 mil millones de dólares en solo cuatro o cinco días». Según informes de los medios locales, Nacional, los Emiratos Árabes están buscando fortalecer su alianza con Estados Unidos en áreas como tecnología e inteligencia artificial. Estos países, que buscan diversificar sus economías más allá de los hidrocarburos, desean acceder a la tecnología avanzada estadounidense como parte de su estrategia de desarrollo.
Este viaje del magnate inmobiliario representa una ruptura radical con la diplomacia de su predecesor demócrata Joe Biden, que había enfatizado el respeto a los derechos humanos en sus políticas. En su primer día en la capital saudita, Trump respaldó las estrategias para fortalecer las relaciones, dejando de lado los enfoques diplomáticos occidentales que se centraban en la promoción de la democracia.