La violencia continúa siendo un problema grave en el suroeste del país, donde la situación se ha vuelto particularmente crítica en las últimas semanas. El sábado 19 de abril, en torno al mediodía, un grupo de presuntos integrantes de la estructura Dagoberto Ramos, disidentes de las FARC, lanzaron un ataque sobre la estación de policía ubicada en Corinto, Cauca. Este suceso inquietante ocurrió en el tranquilo pueblo de El Barranco, una zona rural perteneciente a la comuna y donde una ola de miedo se apoderó de los habitantes a raíz de esta agresión armada.
Durante el ataque, los criminales utilizaron ráfagas de rifles y artefactos explosivos, generando un ambiente de terror no solo entre los uniformados, sino también entre la población civil que se encontraba en los alrededores. Este ataque se presentó como un nuevo incidente violento en la región, coincidiendo con la Semana Santa, un período que tradicionalmente debería estar marcado por la reflexión y la paz.
El ataque se prolongó aproximadamente por una hora, dejando como saldo preliminar a una mujer de 74 años herida, quien recibió atención médica en el norte 2. Sin embargo, las autoridades no han reportado víctimas entre los efectivos policiales, lo que genera una ventana de esperanza en medio de la adversidad.
Los ataques simultáneos sacan Cauca y Huila; Un nuevo ataque armado durante la Semana Santa
Este reciente episodio de violencia es parte de una creciente ola de ataques que han azotado el suroeste del país en los últimos días. Apenas el jueves, 17 de abril, la localidad de Mondomo también fue víctima de ataques por parte de los disidentes, lo que dejó un trágico balance con varios decesos y múltiples heridos.
En otro hecho reciente, el mismo fin de semana, en La Plata (Huila), un ataque perpetrado mediante una explosión de bomba en motocicleta dejó un saldo trágico de dos muertos y al menos 24 heridos. Las autoridades, tras investigar estos incidentes, han atribuido la responsabilidad a este mismo grupo criminal, liderado por el conocido Iván Bite.
En respuesta a estos ataques, la tercera rama del ejército ha decidido desplegar tropas en Corinto para asegurar la zona y prevenir futuros ataques que alteren la tranquilidad de los ciudadanos. En este contexto, la población vive bajo un estado constante de tensión e incertidumbre, creando un clima social muy delicado.
Es posible que esté interesado en saber que el ejército recientemente desactivó 100 kilogramos de explosivos encontrados en la zona.
FARC reconoce los hechos y culpa al gobierno en una declaración reciente
En una declaración emitida tras los ataques, la disidencia de las FARC, bajo el mando del conocido Iván Bite, asumió la responsabilidad por tales actos de violencia. En su comunicado, el grupo armado no solo reconoció su participación, sino que también arremetió contra el gobierno nacional, acusándolo de intensificar el conflicto armado en vez de buscar soluciones basadas en el diálogo político.
El grupo armando también destacó las razones detrás de su estrategia de atacar puestos policiales, señalando que los mismos se encuentran en proximidad a áreas civiles. A esto le sumaron una serie de recomendaciones en un intento de «proteger» a la población durante estos violentos episodios.
En medio de este clima de inseguridad, el Ejército ha advertido que estas estructuras criminales están adoptando nuevas formas de hacer guerra, incluyendo el uso de drones pequeños cargados de explosivos, los cuales son utilizados para atacar tanto a fuerzas de seguridad como a civiles. Desde 2023, tales ataques han requerido atención médica para al menos 35 soldados y han dejado a 31 civiles heridos, incluidos niños, poniendo en evidencia el impacto devastador de este conflicto en la sociedad.
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