La crisis del agua que afecta a Villavicencio continúa siendo un desafío importante y no resuelto, que persiste a pesar de los años de espera e inversiones millonarias que han sido prometidas. En noviembre del año pasado, el diputado del Senado Alexander López realizó una visita al sitio de trabajo para inspeccionar el progreso y se dio cuenta de que solo se había completado un 72% del proyecto en cuestión. Desde ese tiempo, las labores han permanecido bajo custodia debido a supuestos problemas administrativos. Entre las dificultades que se han presentado, se encuentran la falta de pagos a los contratistas, así como la utilización irregular de recursos de propiedad privada, lo que podría derivar en un posible caso de responsabilidad paternal.
Rompecabezas
Desde su inicio, el presupuesto destinado para el proyecto ha sufrido un notable aumento. En un principio, se calculaba una inversión de 20,000 millones de pesos, sin embargo, con el paso del tiempo y la falta de avances tangibles, esta cifra se ha elevado a alrededor de 40,000 millones de pesos. Actualmente, para intentar finalizar las obras pendientes, se requiere un suplemento presupuestario adicional de aproximadamente 5,000 millones de pesos.
Uno de los nombres más mencionados en el contexto de esta disputa es el de un contratista que ha sido identificado en múltiples ocasiones por dejar proyectos inconclusos. Su historial apunta a irregularidades en la construcción de una ruta de agua en Villavicencio, además de otros errores en la gestión de recursos públicos. Es relevante mencionar que, en su momento, el ex gobernador del banco central, Juan Guillermo Zuluaga, había brindado su apoyo a este contratista en la gestión de estos proyectos a pesar de las advertencias que se habían hecho sobre su desempeño poco confiable.
Clamor
Las quejas de negligencia no se limitan al control previo por parte de las autoridades encargadas. La actual gobernadora, Rafaela Cortés, junto con el alcalde de Villavicencio, Alexander Baquero, han sido objeto de fuertes críticas por su aparente inacción frente a la crisis del agua. A pesar de los numerosos reclamos y alertas provenientes de la comunidad, la situación persiste sin resolución, y los habitantes de Villavicencio continúan padeciendo la falta de servicios básicos y esenciales para su calidad de vida.
El ex Cumararsi Cumararal, Jerson López, ha sido una de las voces más activas denunciando desde el principio el problema del desarrollo del proyecto. Según López, el departamento de planificación nacional advirtió sobre graves errores que podrían comprometer la estabilidad y la seguridad del proyecto. Además, enfatizó que la implementación de la ruta de agua inició sin contar con todos los activos necesarios, lo que ha generado conflictos y retrasos adicionales en su desarrollo.
La comunidad de Cumaral y Villavicencio ha estado esperando durante más de quince años una solución definitiva a la crisis del agua potable. A lo largo de todo este tiempo, la promesa del gobierno de un servicio adecuado ha quedado en el aire, mientras que la falta de planificación y el deficiente control de los recursos públicos han convertido este proyecto en un símbolo de corrupción y abandono por parte de las autoridades correspondientes.
1
